(Lease
con afectación, en plan Matias Prats)
Tarde de un febrero
casi primaveral. El público se agolpa en el coso del Diablo expectante y
abierto a disfrutar sin medida de la
primera corrida de la temporada.
En el
callejón , en los chiqueros y sobre todo en el nuevo burlaero que estrena el coso , los maestros aguardan impacientes a que el aguacil obtenga el permiso de la presidenta para
iniciar el paseo.
Y al
toque del clarín, a las 13:00 horas, el alguacilillo Juan el enchufes
garbosamente obtiene de la
presidenta Carmencita la aquiescencia para que comience el evento. Una magna
corrida que será ampliamente glosada en
los anales de la Tauromaquia.
Palma
del Rio, cuna de grandes Toreros, se viste de gala para recibir, bajo los
aplausos y la pañolada de los aficionados, a los maestros del Arte del Toreo
que hacen su aparición desde la puerta
del Diablo, en la Calle Portada:
Manolito fotillos abre el camino , de azul turquesa y oro, seguido de
Antonio Ruiz el-del-taco , de rojo y
gualda y el niño de Palma, en rosa
afiligranado y plata.
Los
tres maestros hacen su aparición en capote de paseo, con su andar
torero y garboso, seguidos de
toda una cohorte de 23
participantes en el festejo
taurino entre los que se encuentran los
subalternos, Bariche segundo , un
artista de la banderilla, Manoli Namasté imprescindible al quite y como picaor, el Nano de Palma que monta hierático y serio su caballo Babieca, que trota
nervioso a la espera de
enfrentarse al morlaco.
Siguen
en la comitiva diligentes monosabios,
aficionados, maletillas, folcloricas de imprescindible presencia cuando se trata
del toreo. Incluso el apoderao aparece
entre la cohorte de artistas y miembros
de la farandulera empresa.
Y por
fin , en el redondel de la Plaza de la
Constitución , tras el toque de un
clarín clásico aparece el primero de la
tarde: Boticario, magnifico
ejemplar negro zaino de 490 kilos
sale raudo de los chiqueros hasta la plaza donde es recibido por
es-pal-taco a porta gayola, en una
serie de naturales que levanta al publico de sus asientos y hace que sin solución de continuidad se hilen
uno a uno los compases de pasodobles clásicos y tan nuestros como la España Cañi, o paquito el chocolateiro ,
con un cierto toque gallego. Aparece Bariche Segundo que
con un arrojo y arte supremo coloca en toda la punta del morro
las banderillas , en un quiebro solemne y a la vez delicado y
hermoso. Los subalternos
arrebolan a Boticario mientras toma posiciones el Nano de
Palma, que a lomos de
Babieca se sitúa en los tercios de sol con un trote simpático a la par que artistico.
Boticario arremete contra Babieca y
el picaor aprieta la puya hasta que el
morlaco se amansa y queda listo
para la faena de muleta. Cualquiera
diria que Boticario ha recibido un gran
puyazo.
La
faena de muleta genial, concatenados resultan los lances, pases de pecho,
naturales y chicuelinas para finalizar con una impresionante estocada que
da con los huesos de Boticario en tierra.
El público revienta en oles, aplausos, pañuelos , pidiendo el trofeo para el maestro al que por fin la
presidenta , sin hacerse de rogar demasiado accede generosa concediendo dos orejas que entrega el Alguacilillo, ante el delirio
del gentio. Y en la vuelta al ruedo, la apoteosis final, aplausos ensordecedores y
desmayos de las folcloricas que
piden relaciones al maestro en
una bacanal de desenfreno y pasión en el que incluso vuelan bragas y sostenes en un ardoroso ambiente.
Y
asi, el segundo toro , Boticario segundo, toreado
tambien magistralmente, en los
terrenos del albero del paseo por Manolito fotillos con absoluto éxito y ya
en la plaza de Andalucía, en un gran
ruedo abierto por el público, una
rotunda faena del Niño de Palma, ante
el toro Manuleto, de un gran tamaño, negro, bragao y meano, con unas
graciosas manchas blanquecinas en los cuartos traseros (que me he fijado en ello).
Y asi
transcurrió , señores, una gloriosa tarde
de fiesta, amistad y compañerismo.Tarde
que quedará inscrita en las crónicas de
la tauromaquia y cuya galeria completa de
imágenes, del que aquí sólo
aparece una muestra seleccionada, las podéis apreciar en el Google +. Solo resta a este humilde
cronista despedirse esperando que hayais
disfrutado del arte derramado por estos
espadas que hacen lógica y veraz la manifestación por todos conocida de
que “donde se ponga una buena corrida, que se quite el futbol… (y los toros, e
incluso en senderismo).
(Si
habeis llegado hasta aquí leyendo es que teneis mucho delito!!)
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