miércoles, 18 de febrero de 2015

150215 - gr 48 - Tramo Almodovar . Santa Maria de Trassierra


ENTORNO:              Almodóvar, Santa María de Trassierra, Sierra Morena cordobesa.

LONGITUD:   Unos 18km. Ida y vuelta. El Sendero es lineal. 

DIFICULTAD: Baja, 

PARTICIPANTES:  Solo siete. el tiempo  y sobre todo el domingo de carnaval ha  dejado atrás a muchos. 


     Sencillo sendero  y cómodo, sino fuera por  el ambiente húmedo y umbrío que a decir de Antonio    se  apreciaba en todo el camino. 

     El Sendero transcurre por  el GR 48, comenzando en  Almodóvar, desde la finca de Villalobillos, y continuando por la Vereda de la Porrada hasta Santa María de Trassierra. 


     La entrada a la Finca Villalobillos nos conduce a unas tierras de extensos prados ganaderos en sus alrededores, sin embargo la pared de piedra compañera a la izquierda de nuestro trazado marcará la dirección correcta.
Hay que prestar atención en este punto pues al pasar la portera de entrada, unos 500 metros después nos desviamos a la izquierda dejando en lo alto la cortijada de Villalobillos. Nos volvemos a olvidar de la pista asfaltada pero ahora sí, caminamos entre pastizales. El ganado vacuno acostumbrado a la presencia humana curiosea al paso del senderista.
La dehesa cercana que irá apareciendo tímidamente a nuestra izquierda es conocida como la Huerta de los Ídolos, puesto que en este lugar se han encontrado numerosas figurillas ibéricas o ídolos. Contemplando los extensos prados con fértiles pastos nos dejamos llevar a la infancia de nuestra historia y entenderemos que el hombre buscara lugares como estos para establecerse desde muy antiguo.

   
 Entramos en la finca La Porrada, siempre acompañados por la pared de piedra que poco a poco irá cambiando su material calizo por otros pizarrosos y más oscuros. Hemos dejado atrás los palmitos, los naranjos, el paisaje de la vega, las calizas. Salimos del término municipal de Almodóvar y entramos en el de Córdoba. Comenzamos a recorrer un escenario distinto: la sierra. Sin embargo van a continuar sucediéndose humildes olivares de escaso rendimiento complementado con la ganadería. El ascenso hasta el cortijo de La Porrada debe de tomarse con tranquilidad, disfrutando de las jóvenes dehesas en buen estado en las que nos adentramos. A lo lejos, allá en la vega, queda la silueta del cerro y castillo de Almodóvar que se dibuja por entre las encinas. Durante la subida la vegetación va ganando cobertura, a veces las encinas que escapan y se aventuran a los bordes del camino cobijan un matorral de solana dominado por retama y matagallos.

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