Siendo ya el último domingo de enero, se presentó un día nublado pero ya por fin sin lluvia!!.
Nos disponemos a partir del sitio de costumbre en torno a 8:30 con coches propios rumbo a Hornachuelos y nos reunimos con el resto del grupo en un bar que hay junto a Casa Alejandro, para desayunar y allí quedar con nuestro amigo José de Céspedes que iba acompañado con varias amigas de Córdoba. En total éramos unos veinte junto con la perrita Duna🐕🎀.
Hicimos la ruta un poco diferente de lo que teníamos previsto inicialmente, en prevención de que el arroyo de Guadalora pudiera traer mucha agua para poder cruzarlo, por lo que tomamos la opción de salir desde el centro de visitantes de Hornachuelos y después volver por la ermita de San Abundio.
El centro de visitantes construido en 1995, está ubicado en el area recreativa Huerta del Rey y es una exposición que permite acercarnos al Parque Natural, con su exposición de imágenes, herramientas tradicionales, maquetas, utensilios… como podemos apreciar en la foto.
Ya saliendo del centro de interpretación nos metimos por el sendero de la Rabilarga que se inicia en el Centro de Visitantes y sirve de puerta de entrada al Parque Natural de la Sierra de Hornachuelos.
Mas adelante nos encontramos la fuente del Conejo 🐇 que se encuentra a unos 4 km desde el Centro de Visitantes Huerta del Rey y que tiene un pilón a ras de suelo que es utilizado como abrevadero para el ganado, donde nos hicimos la foto de portada.
Todo el recorrido de ruta estaba muy bien señalizado indicando la parte Norte y Sur de Guadalora, por donde discurre su arroyo que es uno de los mejores ejemplos de bosque mediterráneo de la provincia de Córdoba.
Nuestra amiga Duna siempre pendiente nuestra😜
Este arroyo se inicia con una subida fuerte continuando hasta el área recreativa la Fuente del Valle y discurriendo entre bosques de alcornoques, encinas, algarrobos, acebuches y matorral bajo mediterráneo.
Más adelante una cancela abre la vereda hacia el Arroyo de la Paloma y durante el camino pasamos por varias caleras como la de los Chaparros, por fuentes y hornos de piedra🍙🔥.
Caminamos entre paisajes y ecosistemas muy variados, desde cultivos a bosques, pasando por la singular combinación de ambos que es la dehesa; y en todos ellos sentimos el monte mediterráneo.
Viniendo ya de vuelta, nuestro amigo Francisco plasmando nuestras peripecias, haciendo equilibrio para no caernos!🤪👇
Para llegar finalmente a la vuelta al área recreativa, donde se encuentra la ermita de San Abundio⛪.
Y ya después de sudar la gota gorda😅, paramos a las 14:00 a comer con muchas ganas en un merendero que había en el área recreativa, echándonos unas risas y despidiéndonos allí de parte del grupo.
De vuelta hacia el pueblo, los que decidimos quedarnos, seguimos viendo más monumentos. Fuimos a ver el castillo de Hornachuelos, que fue construido entre los siglos VIII y IX, y que todavía conserva parte de su estructura🏰.
Y vimos también el Caño de Hierro tras ser rehabilitado, permitiendo ver en todo su esplendor las cuevas, cárcavas y recovecos rocosos que sirven de sustento a las casas colgantes. Una zona de referente para el municipio y para el turismo que no se resiste nadie a fotografiarla📸.
En general, una ruta de senderismo bastante atractiva para lo cerca que la tenemos, entretenida a su paso por la variedad de alicientes que tiene a su alrededor y con la que supimos aprovechar bien el día tan bueno que salió!☀👌
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