Plano y perfil facilitado por Fernando (f.C) |
Sendero organizado por el PATRONATO DEPORTIVO MUNICIPAL DE PALMA DEL RIO, en el que el GSP ha colaborado con los guias y participado con sus socios.
ENTORNO: Rio Velillos- Tajos de La Hoz- Moclín (Granada)
LONGITUD: 7 kilometros. Circular.
Desnivel salvado: 400 m
DIFICULTAD: Media- Baja.
Guias: Antonio y Fernando
Maravilloso sendero , pero sobrecargado de
aventura: La primera gran mentira de esta información y sorpresa bastante desagradable fue ya en el propio autobus en que nuestro primer guia, Antonio Jesús nos advirtió de que la dificultad no es media-baja, sino alta-altisima debido a lo deteriorados que estan los pasadizos , puentes y pasarelas .
Al principio partimos del pueblo de Moclin (El primer guia nos dijo que era un nombre arabe, y el segundo que parecia un moco pequeño...¡Estos guias no se ponen nunca de acuerdo!) a una cota de 1097 m para descender por un camino peligroso , en kilometro y medio unos 400 metros hasta llegar al principio de los cahorros. Y alli comenzó nuestro sufrir: pasarelas inexistentes, puentes sin protección, tablones que faltaban, barandillas destrozadas... al parecer las últimas inundaciones habían causado fuertes destrozos y aún no se habia reparado y nuestros guias no estaban informados de ello.
En fin , pasamos como pudimos , con alguna caida al rio en alguna ocasión , pero sin lamentar desgracias personales.
Al terminar la zona de cahorros , comienza inmediatamente el ascenso hasta el castillo donde tenemos que volver a subir los mismos 400 metros de nivel que habiamos bajado anteriormente. Algunos llegaron exhaustos hasta el punto de tener que hacer el boca a boca.
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QUE NO!!! QUE ES BROMA!!!
Esto fue la broma que quiso dar Antonio y no pudo porque falló el reproductor del autobús.
La realidad es que fue un maravilloso sendero, no exento de dificultad, dado el fuerte desnivel que habia que bajar primero para llegar a los cahorros , y luego subir, pero la unica forma de adentrarse en los maravillosos valles es descendiendo hasta ellos.
Comenzamos a andar desde Moclin a través del Sendero conocido como del Gollizno, caracterizado por un camino amplio pero de una fortísima pendiente y peligroso por la mucha gravilla suelta que había.
Ya desde un principio, nuestra compañera Ana no se sintió con fuerzas para proseguir y decidió volverse al autobús, a solo un kilómetro de la salida. Creemos que hizo muy bien en volverse. A mitad de camino ya había algunos rezagados que confundieron las señales y equivocaron el sendero y equivocaron también al guía de cola. Pero el error duró poco e inmediatamente se reintegraron al grupo.
El paisaje hasta ahora es encantador, con Sierra Nevada al fondo y a uno y otro lado una sucesión de almendros y olivos hasta que poco a poco los pinares fueron ganando terreno a aquellos.
Ya en el fondo del valle, y tras una breve parada para reponer fuerzas, nos adentramos en los cahorros y comenzamos a disfrutar verdaderamente del camino, en una sucesión de pequeñas cascadas, fuentes, pasadizos entre peñascos, puentes y pasarelas de madera muy bien conservadas y casi excavadas en la roca virgen.
Tras disfrutar pasando por la pasarela colgante y otras pasarelas en la roca, salimos del desfiladero y casi inmediatamente comenzó la ascensión hacia el castillo. de nuevo kilometro y medio de ascensión continuada y extenuante, con breves pero agradecidos remansos donde habia fuentes o en un caso pinturas rupestres.
Como digo , la ascensión fue muy dura y ya con el calor del medio dia, tanto que cuando llegamos al pueblo, ya a las 2:30 la mayoria decidió no continuar la ascensión hasta el castillo en ruinas y al conocido santuario del Cristo del Paño, aunque algunos ya nos lo relataron y disfrutamos con el reportaje de su visita.
En cuanto a anécdotas, dos a destacar, y para ello, permitidme que adopte un toco como si de libro de caballería se tratara:
Hete aquí que en una primera historia un donoso caballero blasonado de gules abutanados se hizo acompañar, ademas de por su bella dama, de un extraño corcel que en lugar de patas disponía de ruedas y de nombre "bicicleta", extraño nombre para un corcel, ya de por si extraño en estos contornos. El valeroso caballero, anunciaba que prefería este corcel al bastón y cayado que portaban el común de los mortales por estos andurriales, pero se ve que disfrutaba de su compañía, lo
mimaba y en un extraño juego amoroso a veces lo montaba ( las menos) y a veces el corcel se montaba en el caballero. Bravo momento aquel en que con el corcel a cuestas atravesó el riachuelo por la pasarela que al efecto alli estaba. Tal afición al corcel tenia nuestro acentaurado amigo que en no pocas ocasiones olvidó a su dama, si bien la gente zafia no tuvo por menos que disfrutar con la vista elegante de en un determinado momento del camino, tanto el donoso caballero como la gentil dama cabalgaron juntos a la grupa de tan extraño corcel.
El segundo de los momentos a destacar fue otro valeroso caballero, que porta un león en su escudo y apellido, que lejos de trochar por los montes buscando nuevas rutas o elementos comestibles como ya nos tiene acostumbrados, en esta ocasión, al venir acompañado de una gentil dama, a todas luces inexperta en las lides del caminar, no osó separarse nin un momento de su dama y la acompañó caballerosamente en todo momento, sobre todo en aquellos en que la ascensión entrecorta la respiración y agota hasta el alma. Bien por nuestros valerosos caballeros!
Y esto es todo lo que ha dado de si este precioso sendero, duro sin duda, pero que nos ha dejado a muchos miembros del GSP con ganas de repetirlo. aunque algunos terminaron , al parecer muy cansados:
Como siempre más fotos en google+